La lipoaspiración es una intervención quirúrgica en la cual mediante la succión de tejido graso posibilita la eliminación del exceso del mismo de una determinada zona de la superficie corporal que no puede reducirse solamente con medidas dietéticas o con actividad deportiva.  Éstas células grasas se eliminan de forma permanente.

El objetivo final  es reducir el grosor de la capa grasa de la zona tratada, por ello, no debe considerarse como un procedimiento para tratar la obesidad generalizada.

El procedimiento se realiza mediante pequeñas incisiones en la piel por donde se introducen las cánulas de liposucción previa inyección de solución tumescente.

El postoperatorio implica la utilización de cremas o lociones hidratantes en las áreas liposuccionadas, la utilización de faja y la realización de actividad física una vez transcurridas las 4 semanas de la cirugía.